“Fénix me permitió tener más claro mis habilidades y mi proyecto de vida, que es enseñarle a los jóvenes a conocer nuestra cultura y vivirla por medio del baile”[1]. Esta es la experiencia de Laura, una adolescente que a través del desarrollo de competencias socioemocionales por medio de herramientas Tics, ha logrado no solo sobrellevar su vida, sino que, además, construir una visión de vida y tomar acción para cumplirla.

Las competencias socioemocionales le permiten al individuo reconocer y tener contacto directo con su fuero interno, siéndoles posible identificar las emociones como un motor permanente de vida. Además, este tipo de competencias facilitan el reconocimiento del otro, construyendo relaciones sanas y apropiándose de estilos de vida saludables. Los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) más que cualquier otra población requieren vivir este tipo de experiencias, dado que los diferentes cambios que enfrentan por su crecimiento o propiciados por su entorno, generan picos emocionales que son posibles ser trabajados a través de estrategias que incidan en el cambio de conducta y faciliten la apropiación de competencias socioemocionales. En este sentido, es indispensable incorporar pedagogías a través de las TICs como herramienta interactiva para el diseño de experiencias y simulaciones reales que despierten motivación, y a la vez, les permita de manera autónoma ser conscientes de sus emociones.

Desde mi experiencia como educador y director de proyectos en relación al fortalecimiento socioemocional, es posible instar al desarrollo de este tipo de competencias, inclusive en contextos de alta vulnerabilidad, a través de la incorporación de TICS como instrumento para el descubrimiento autónomo de los estudiantes y la potencialización de sus saberes a través de espacios virtuales interactivos. De acuerdo con la encuesta global de OCDE publicada en septiembre del 2021, que mide el impacto de las competencias socioemocionales en las escuelas de Latinoamérica, evidenció que muchas aún no tienen claro cómo asumir la práctica cotidiana de la formación socioemocional de sus estudiantes, ni cómo evaluar los resultados de las intervenciones que están promoviendo, pese a la importancia que destacan en este ámbito.

Consecuente a lo anterior, múltiples investigaciones han demostrado que la inclusión de programas de aprendizaje socioemocional en los colegios contribuye a la transformación del clima de aula, la construcción de un ambiente escolar positivo, la disminución de la deserción y la repitencia y el mejoramiento de los resultados académicos (Payton, et al., 2008; McCormick, et al., 2015; Berkowitz, et al., 2017). Es por esto que se hace imperativo la toma de consciencia por parte de directivos, pedagogos y docentes de la importancia de incorporarlas de manera transversal y brindándole el lugar que amerita.

Ahora bien, el desarrollo de estas competencias a través de las TICs genera en los estudiantes automotivación; respuestas efectivas a barreras de aprendizaje como, por ejemplo: El uso efectivo del tiempo, disrupciones emocionales y presiones sociales que puedan afectar el aprendizaje en los niños y adolescentes y el desarrollo de pensamiento analítico, conceptual y creativo especialmente su aplicación a resolver problemas reales (Hassel y Ascue 2015). En otras palabras, el uso de las Tics debe conducir a la apropiación y desarrollo de las competencias socioemocionales en los contextos educativos como prioridad principal (UNESCO, 2016). 

 En este orden de ideas, “El saber didáctico no se reduce a la mera formulación de un tratado o método acerca de lo que se enseña, sino que se constituye en un campo específico del quehacer docente, que cubre toda una gama de reflexiones en torno a la relación que el maestro tiene con sus alumnos y las condiciones en las cuales se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje (Gaitán, López, Quintero y Salazar, 2012: 105)”. En apoyo a esto, las Tics pueden ser una herramienta ideal para la generación de espacios reflexivos que permitan a los estudiantes a través de sus propias experiencias construir conocimiento, pero, sobre todo, fortalecer ámbitos del individuo que aún en nuestro país no se tiene mucha noción sobre como abordarlos en las aulas de clases: El desarrollo de competencias socioemocionales. 

[1] Laura tiene 14 años es una niña en situación de vulnerabilidad participó en el programa de desarrollo de competencias socioemocionales Fénix que se desarrolló en la comuna 18 de Cali.